Ante un escenario en el que nos encontramos con todos los gimnasios cerrados, muchos de nosotros hemos empezado a hacer ejercicio en casa para no perder el ritmo. También hay gente que ha decidido dejar de entrenar y darse un descanso, y hay quien piensa que entrenar en casa sin máquinas no merece la pena.
Pero, antes de abandonar tus entrenamientos definitivamente, deberÃas pensar en los muchos beneficios de hacer ejercicio en casa. SÃ; entrenar en un gimnasio es inigualable, pero si no dispones de un gimnasio en casa bien acondicionado, puedes seguir entrenando sin material deportivo
Es muy importante afrontar una situación como esta con una actitud positiva, por eso queremos mostrarte cinco beneficios de hacer ejercicio en casa.
1. Te obliga a variar tu rutina
Quedarte en casa cambiará por completo tu rutina, y no solo la de entrenamiento. Modificar tu rutina de ejercicios puede llevarte a conseguir nuevas ganancias musculares en zonas que antes ni siquiera trabajabas.
De hecho, puedes conseguir muy buenos resultados fÃsicos sin tocar una pesa. Con los ejercicios de agarre, cardiovasculares, de estiramiento y flexibilidad, y con el peso corporal, puedes seguir avanzando hacia tus objetivos. También puedes aprovechar este tiempo para aprender nuevos tipos de ejercicio y desarrollar nuevas habilidades.
Puedes empezar a hacer yoga y verás como tu cuerpo adopta posturas que nunca antes habÃas imaginado. Puedes centrar tus entrenamientos en un plano más cardiovascular o probar la calistenia, algo que mejorará tu estado fÃsico. La calistenia permite trabajar los músculos desde ángulos totalmente diferentes, implicando diferentes músculos a diferentes intensidades constantemente. Puedes aprender cosas nuevas que podrás aplicar a tus entrenamientos en el gimnasio.
2. Nunca olvidarás tus auriculares
Uno de los mejores beneficios de hacer ejercicio en casa es que tienes fácil acceso a todo lo que puedas necesitar durante tus entrenamientos, como por ejemplo agua, una barrita de proteÃnas, la toalla para el sudor, una chaqueta por si refresca y, lo más importante, la música.
Entrenar en casa te da unas libertades que el gimnasio no te puede dar. ¿No te apetece arreglarte para entrenar? No pasa nada porque estás en casa. O lo que es mejor aún: ¿No te apetece vestirte para entrenar? ¡Pues no te vistas! Puedes entrenar sin ropa porque estás en casa. Lo único es que tendrás que tener cuidado con los vecinos curiosos…
3. Ahorras tiempo y esfuerzo
Conducir o caminar hacia el gimnasio, aparcar (a veces puede ser toda una odisea), cambiarte en el vestuario, buscar una taquilla libre (otra odisea), entrenar, ducharte, cambiarte de nuevo y hacer el camino de vuelta a casa. Ir al gimnasio requiere tiempo.
Otra de las cosas buenas de entrenar en casa es que te ahorras todos esos trámites porque ya estás en casa y puedes hacer lo que quieras. ¿No te apetece ducharte después de entrenar? No lo hagas, aunque te recomendamos que te duches, sobre todo si vives con alguien más… ellos te lo agradecerán.
Tampoco tendrás que hacer cola para utilizar una máquina o turnarte con esa persona que te cae mal del gimnasio para hacer press banca. Simplemente necesitas una rutina de ejercicios, buena música y ganas de entrenar. Además, puedes alargar tus entrenamientos tanto como quieras para estar más entretenido. ¿A que ya no te parece tan mala idea hacer ejercicio en casa?
4. Es más limpio
Esto depende del estado de tu casa, pero generalmente suele estar más limpia e higiénica que el gimnasio, ya que las máquinas, los bancos y las pesas están constantemente manipuladas con las manos sucias y la sala está impregnada de un peculiar aroma a sudor concentrado. Esto es algo muy normal en los gimnasios y no es motivo de alarma, siempre y cuando te laves las manos antes y después de entrenar, pero es tranquilizador saber que puedes entrenar en casa con la higiene adecuada.
Además, tienes la ducha a unos pocos pasos única y exclusivamente para ti, asà que podrás ducharte en cuanto acabes de entrenar sin tener que esperar a que haya una ducha libre, algo muy común en los gimnasios en horas puntas.
5. Tienes un control absoluto
La música, la rutina, el material, el tiempo, etc. Lo tienes todo bajo control. Estás en tu casa y puedes hacer lo que quieras cuando quieras. Puedes hacer una rutina de pierna escuchando Heavy Metal y ponerte a cantar tu canción favorita sin que nadie te mire (no olvides los vecinos curiosos de los balcones), y lo más importante, puedes gritar y gruñir todo lo que quieras. No filters.
Hacer ejercicio en casa es una muy buena oportunidad para probar ejercicios nuevos o más técnicos que quizá no querÃas hacer en el gimnasio delante de todo el mundo. Por ejemplo, si tienes mancuernas, puedes hacer paseos de granjero sin molestar a nadie. ¿Siempre has querido probar una clase de Zumba? ¡Adelante!
Puedes hacer la rutina de ejercicios que quieras, durante el tiempo que quieras y haciendo el ruido que quieras. Esa sensación de libertad es inigualable.
Conclusión
Hacer ejercicio en casa puede ser mejor de lo que parece, sobre todo si lo ves como una oportunidad para aprender cosas nuevas y desarrollar nuevas habilidades. Tenemos que intentar ver el lado positivo de las cosas y pensar que lo hacemos por nosotros mismos. Por eso, no le des más vueltas y prueba alguna de nuestras sencillas rutinas de ejercicio en casa.