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Ryan Walklett es un Londinense estilista de pelucas de 25 años. Hace años vivió una fuerte obsesión por estar más delgado y también pasó por una época de inestabilidad emocional, hasta que decidió empezar a correr. Ahora ha encontrado su camino y está buscando su próximo desafío. Esta es su historia.
"Hace un par de años lo pasé realmente mal. De pequeño era un niño bastante corpulento y siempre fui objeto de burla en el colegio, lo cual hacía que fuese muy consciente de mi realidad. Con el tiempo me obsesioné por adelgazar y, durante unos años, lo único que quería era adelgazar más y más.
"Me costó un tiempo darme cuenta, pero, realmente solo quiero estar saludable, no solo delgado".En aquella época lo estaba pasando mal; tenía mucha ansiedad. Fue ahí cuando leí por Internet que el running me podría ayudar, así que decidí probarlo. Quiero decir que también tuve que mejorar considerablemente mi alimentación porque básicamente hacía tres comidas a la semana. Fue algo muy impactante y hasta mi compañero de piso se dio cuenta.
Empecé a correr y ese mismo año conseguí una plaza para el maratón de Londres, lo que me hizo pensar que realmente se me daba bien el running. Tenía todo lo necesario y pensaba que todo saldría bien, pero hay pocas personas que cuenten el sufrimiento y el dolor real que se sufre en el running, por lo que me llevó un tiempo adaptarme.
Cuando empecé a ver resultados positivos en mi físico y en mi salud mental, me di cuenta de que realmente ese era mi momento. Podía pensar las cosas con más claridad y además me estaba poniendo en forma. Era todo lo que quería.
Ese fue mi primer paso hacia mi transformación física. En la actualidad hago muchas más cosas, pero al principio me ponía nervioso cuando iba a entrenar al gimnasio o a alguna clase, porque estaba obsesionado con el nivel de los demás. Me ponía nervioso por el simple hecho de ir andando por el gimnasio, incluso de apuntarme o de pedir ayuda a alguien.
"Lo importante es empezar, luego pasas a ser uno más. Ahora, pasado un tiempo me he dado cuenta de que me encanta, literalmente me encanta probar cualquier ejercicio nuevo".Me gusta mucho más experimentar y probar cosas nuevas, o por lo menos lo intento. Encontré una clase de Spinning LGTB hace aproximadamente un año y me encanta. Nos hemos vuelto prácticamente como una familia, aunque al principio creo que todos teníamos un poco de vergüenza de hablar entre nosotros, pero ahora es lo mejor de la semana.
Ese es otro tema: antes no tenía vida social, solo conocía a la gente del trabajo, que también está bien, pero quería conocer más gente.
"También me gusta sentirme saludable y bien, creo que es algo muy bueno. Ahora no le presto tanta importancia a lo corpulento que soy o a mis músculos, siempre y cuando me sienta bien conmigo mismo, claro".He aprendido a controlarme mentalmente. El running me ayudó a aprender la diferencia entre tus propias barreras psicológicas y las barreras físicas reales.
He aprendido la diferencia entre un “no puedo hacerlo” mental y un “no puedo hacerlo” real y físico".
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Traducido por Rubén Del Toro
Lauren es licenciada en Literatura Inglesa. Siempre le ha gustado nadar, hace unos años descubrió la magia de entrenar con pesas y le gusta esforzarse al máximo en sus clases de Hot Yoga.
Generalmente, los fines de semana le gusta disfrutar de un buen almuerzo y probar recetas nuevas con sus compañeros de piso, cualquier cosa para evitar la pasta en todas sus comidas. Lo más importante de todo es que es una fiel creyente de la teoría de mantener un perfecto equilibrio entre el gimnasio y la fiesta.
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